La endometriosis es una enfermedad crónica. Se caracteriza por la presencia de tejido y glándulas funcionantes del endometrio (parte interna del útero) fuera de la cavidad uterina, capaz de producir una reacción inflamatoria.
La mayor parte de las veces se encuentran en la pelvis en forma de nódulos, cicatrices, fibrosis o de quistes en los ovarios, pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo como en intestino, vejiga o diafragma.
Las mujeres que padecen endometriosis suelen experimentar dolor menstrual.
Existen datos que nos pueden hacer sospechar cuando el dolor proviene de esta afección.
El síntoma principal de la endometriosis es el dolor, que se presenta en el 70% de las mujeres afectadas. Es típicamente una enfermedad de mujeres en edad reproductiva.
En los primeros años se trata de dolor pélvico durante la menstruación, pero suele ser progresivo, cada vez más intenso y duradero.
A medida que la enfermedad avanza se hace prácticamente continuo, no se controla con los calmantes habituales y puede aparecer en otras regiones.
Puede acompañarse de dolor durante las relaciones sexuales, durante la micción y la defecación.
Dado que los síntomas que produce son poco específicos, muchas veces nos encontramos con un retraso en el diagnostico.
La exploración física con un examen pélvico realizado por un ginecólogo nos pone en alerta.
La ecografía ginecológica es fundamental para valorar posibles quistes en el ovario, el tamaño, posición y características del útero o incluso diagnosticar posibles nódulos a nivel de vejiga o recto.
En ocasiones es necesarios solicitar una Resonancia Magnética Nuclear para completar el estudio.
En las pacientes con dolor persistente, que no responde a tratamientos y con síntomas severos, puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica para el diagnóstico (laparoscopia).
No debemos olvidar que se trata de una enfermedad crónica, con tendencia a que reaparezca, por lo que se debe ser lo menos agresivo posible en su manejo. El tratamiento debe ser individualizado, considerando la edad, los síntomas y el deseo de fertilidad de cada mujer. Las opciones de tratamiento farmacológico serían:
Analgésicos tipo antiinflamatorio
Tratamientos hormonales:
Anticonceptivos hormonales combinados en cualquiera de sus vías de administración
Hormonas tipo gestágenos vía oral o mediante DIU
Los tratamientos hormonales suprimen la ovulación y disminuyen la cantidad de flujo menstrual, por lo que mejoran los síntomas.
La cirugía estaría indicada en pacientes en las que fracasa el tratamiento médico, cuando aparece endometriosis en órganos, afectando a su función normal, o cuando son quistes de un tamaño grande con riesgo de rotura. Se debe utilizar la vía laparoscópica de preferencia por ser menos invasiva.
Endometriosis. Protocolos SEGO, Prog Obstet Ginecol. 2014;57(9):436-444
Ecografía en medicina reproductiva. Guía de asistencia práctica. SEGO. Prog Obstet Ginecol 2021;64:168-187
Autora: Dra. Ester Martínez Lamela. Ginecóloga. Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid
PP-LOE-ESP-0048 03/22