El dolor durante las relaciones sexuales es un problema frecuente entre las mujeres. Este puede ser ocasionado por diversas razones, que abarcan desde problemas físicos hasta problemas psicológicos.1,2 Podemos distinguir distintos tipos de alteraciones:
Vaginismo: Consiste en un espasmo que ocurre de forma involuntaria en los músculos del suelo pélvico, sobre todo localizado en la parte externa de la vagina, y que dificulta la penetración vaginal.1,2
Vulvodinia: Es el dolor habitual en la zona vulvar, como una quemazón, independientemente del coito.3
Dispareunia: Es el dolor genital persistente que puede ocurrir antes, durante o después del acto sexual relacionado con la penetración vaginal.1,2
La dispareunia afecta al 12-15% de mujeres en edad fértil y hasta al 45,3-55% de mujeres posmenopáusicas.2 Puede manifestarse como dolor punzante, a veces muy profundo, localizado en la vagina, en la región pélvica o incluso en el abdomen; ardor o quemazón, picazón e irritación (prurito).1,2
Sus causas suelen ser de dos tipos: orgánicas o psicológicas1,2
Entre las causas orgánicas más frecuentes se encuentra la falta de lubricación, normalmente debida a factores hormonales, y muy variable en función del momento del ciclo y de cada mujer. La falta de excitación sexual también es una causa muy frecuente en la dispareunia femenina. La mujer no alcanza un estado de excitación suficiente para que se den, a nivel anatómico y fisiológico, los cambios necesarios para que se produzca la penetración, pudiendo resultar doloroso. Otras posibles causas orgánicas son la aparición de infecciones (candidiasis o tricomoniasis), secuelas quirúrgicas o de radioterapia, malformaciones congénitas y cirugía local (episiotomía).2
Entre los factores psicológicos, el más frecuente es el miedo a la penetración, que puede estar causado por falta de educación sexual, por haber experimentado relaciones sexuales no satisfactorias en el pasado o por situaciones de abuso sexual. Éstas pueden influir tanto en hombres como en mujeres y pueden estar asociadas a trastornos de ansiedad o depresión.1,2
En general, para el manejo de las disfunciones sexuales, hay que realizar una historia clínica indagando en problemas psicológicos, infancia y relación de pareja. Hay que tener en cuenta posibles fármacos, adicciones o tóxicos que puedan inducir una disfunción sexual.1,2,4
Lo más importante de todo es crear un ambiente de confianza médico-paciente que consiga atajar las preocupaciones e informar de cuestiones básicas de educación sexual en la medida de lo posible. Con ayuda de un profesional, puedes disfrutar de tu sexualidad de forma plena.1,2
Relaciones sexuales dolorosas (dispareunia). Mayoclinic.org [Internet] 2022. Disponible en: Relaciones sexuales dolorosas (dispareunia) - Síntomas y causas - Mayo Clinic. [Último acceso octubre 2022]
Velázquez, M. Díaz, D, Reina, A.J. Dispareunia: una afección en distintas etapas de la vida sexual de la mujer. Revista Científica Sanum [Internet] 2017. Disponible en: sanum_v1_n2_a6.pdf (revistacientificasanum.com). [Último acceso octubre 2022]
Martínez-González, M. C., Tejedo, L. F., Telenti, M., & González, R. A. M. (2020). Vulvodinia. Más dermatología, (32), 7-16.
Calvo-Abaunza, A. F., Rueda-Monsalbe, A., & Castañeda-Martínez, D. A. (2021). Sexual dysfunction and drug use in women: A reciprocal etiologic relationship. Disfunción sexual y uso de drogas en mujeres: una relación etiológica recíproca. Revista colombiana de obstetricia y ginecologia, 72(2), 193–201
Autora: Dra. Ester Martínez Lamela. Ginecología y Obstetricia. Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid.
PP-LOE-ESP-0090 11/22