La artritis psoriásica (APs) es una enfermedad autoinmune crónica que provoca inflamación tanto en las articulaciones como en la piel. En un principio suele aparecer a nivel articular en los dedos de las manos, pero también puede afectar a otras articulaciones y posteriormente a la piel. Esta inflamación provoca dolor, rigidez, afectación en la sensibilidad al tacto, etc. A veces, también cursa con psoriasis en las uñas, produciendo hendiduras, cambios de color o incluso desprendimiento.
Tanto en la artritis psoriásica, como en la artritis reumatoide, así como en el resto de enfermedades autoinmunes, se produce un desequilibrio en el propio sistema inmunitario. Por tanto, se trata de enfermedades crónicas y no contagiosas.
Como su propio nombre indica, la artritis psoriásica, está asociada a la psoriasis. Un 30% de los pacientes con psoriasis generan esta clase de artritis, en algunos casos incluso con una mayor presencia de síntomas en las articulaciones que en la piel o las uñas.
Esta dolencia afecta a unas 80.000 personas en España y generalmente se manifiesta entre los 30 y los 50 años, si bien puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, inclusive a niños.
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