Las enfermedades respiratorias más frecuentes en otoño e invierno son la gripe y el COVID-191.
El aire frío puede irritar las vías respiratorias y afectar la circulación, lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades respiratorias. Cada vez existen más evidencias de que las bajas temperaturas tienen un impacto negativo en la salud, especialmente en las personas mayores y en quienes ya presentan afecciones pulmonares2.
Estas enfermedades respiratorias comparten algunos síntomas (fiebre, tos, dificultad para respirar) y afectan en mayor gravedad a los mismos grupos de riesgo (personas mayores, niños pequeños y pacientes con enfermedades crónicas). Sin embargo, existen diferencias importantes entre ellas.
La COVID-19 y la gripe están causadas por virus distintos, y aunque ambas pueden provocar cuadros similares, difieren en sus tratamientos y en las vacunas utilizadas para prevenirlas3.
Por su parte, la neumonía neumocócica tiene un origen bacteriano a diferencia de las anteriores, que son víricas. En algunos casos, la infección por SARS-CoV-2 puede derivar en una neumonía grave, pero se trata de una complicación distinta4.
Sí. Una persona puede infectarse simultáneamente de gripe y COVID-195. Sin embargo, aunque la coinfección con la variante Ómicron y la gripe es posible, su frecuencia es baja5.
Realizarse pruebas para detectar virus respiratorios cuando se presentan síntomas puede ayudar a tomar decisiones informadas para ayudar a proteger su salud y la de los demás6.
Esto es especialmente importante para quienes tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente, ya que permite consultar a un profesional de salud a tiempo y, si es necesario, iniciar el tratamiento adecuado rápidamente6.
El Ministerio de Sanidad recomienda la vacunación frente a la gripe y la COVID-19 en los grupos de mayor riesgo (mayores de 60 años y menores de 59 meses), así como completar otras vacunas según edad o salud (como neumococo y COVID-19 si procediera, entre otras), pudiendo coadministrarse las indicadas frente a infecciones respiratorias.
La vacuna de la gripe debe administrarse una vez cada temporada, ya que los virus cambian cada año y la inmunidad disminuye con el tiempo. Una nueva dosis refuerza la protección durante el periodo de mayor circulación del virus.
La vacuna frente al neumococo se recomienda principalmente para:
Sí, se pueden poner varias vacunas juntas. El sistema inmunológico está preparado para manejar múltiples antígenos a la vez.
La administración simultánea de vacunas genera protección eficaz sin sobrecargar ni dañar la defensa natural del organismo.
No, no se puede elegir libremente el orden de las vacunas, ya que existe un calendario oficial de inmunización recomendado por el Ministerio de Sanidad para toda la población, diseñado para ofrecer la máxima protección según la edad y el riesgo. Aunque algunas vacunas se pueden administrar más tarde si se olvida alguna dosis, es importante seguir la secuencia establecida para garantizar la efectividad y la protección frente a las enfermedades prevenibles.
Las circunstancias de fiebre, antibióticos, catarro, etc, no suponen una contraindicación para la vacunación.
Sí. Aunque la mayoría de las vacunas se aplican en la infancia para ayudar a proteger contra enfermedades graves, también existen recomendaciones específicas para adultos y grupos de riesgo, incluidas en el calendario de inmunización a lo largo de toda la vida.
Mantenerse al día con las vacunas es especialmente importante en la edad adulta avanzada, ya que el sistema inmunitario, que ayuda a proteger al cuerpo frente a infecciones, se debilita con la edad. Las vacunas contribuyen a reforzar esta defensa natural.
La vacunación antes, durante y después del embarazo ayuda a proteger a la madre frente a enfermedades que pueden ser más graves durante la gestación, al feto frente a infecciones que afectan su desarrollo y al recién nacido mediante la transmisión de anticuerpos maternos.
Gripe: si coincide con la temporada, en cualquier trimestre, con vacuna inactivada.
Tosferina (Tdpa): en cada embarazo, preferiblemente entre las semanas 27 y 32.
COVID‑19 (ARNm): una dosis única, independientemente de vacunaciones previas o infección pasada.
Sí, los niños deben vacunarse contra las enfermedades respiratorias. El calendario común de inmunización a lo largo de la vida, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), incluye vacunas para prevenir enfermedades respiratorias entre ellas la gripe, el COVID-19 y la Enfermedad neumocócica. Estas vacunas están recomendadas para ayudar a proteger a los niños desde una edad temprana.