979.200 personas en España padecen algún tipo de discapacidad visual y 1.064.000 son sordas o con algún tipo de discapacidad auditiva, según el Instituto Nacional de Estadística. Personas cuyas limitaciones deberíamos tener en cuenta a la hora de elaborar nuestro contenido digital: con solo un pequeño esfuerzo podemos adaptar nuestra web o redes sociales. A continuación, una breve guía para elaborar un contenido más accesible.
Las personas ciegas navegan por internet gracias a lectores de pantalla, que convierten los textos en audio: una magnífica solución para leer información pero limitada cuando se trata de fotografías, al no incluir texto ni audio. Por eso es importante al subir una foto que recordemos incluir el llamado ‘texto alternativo’, esa breve descripción que aparece cuando se posa el ratón sobre la imagen y que sí reconocen los lectores de pantalla.
Ese ‘texto alternativo’ se puede incluir a través del gestor de contenidos y, por cierto, favorecerá nuestro posicionamiento en el buscador, al ser uno de los parámetros técnicos que Google tiene en cuenta al evaluar las webs. Las principales redes sociales se han sumado en los últimos años al esfuerzo por una mayor accesibilidad de ls contenidos, incluyendo funcionalidades similares: Twitter lo llama “descripción” y Facebook “texto alternativo”, y en ambos casos los puedes añadir en una pestaña de la parte inferior del editor al cargar tus fotos.
Los videos se han convertido en la estrella del contenido digital y, de cara a las personas sordas, resulta básico añadir subtítulos. Puede resultar una tarea laboriosa, en función de la duración del vídeo, pero te ayudará a llegar no solo a personas con discapacidad auditiva sino también a un mayor número de usuarios. No en vano, un elevado porcentaje de los vídeos en redes sociales se consume sin sonido, al venir por defecto en mute.
Youtube nos facilita la tarea con su opción de subtítulos automáticos, generados mediante tecnología de reconocimiento de voz basada en ‘machine learning’. Puedes elegir incluirlos en el vídeo al subirlo a tu canal. Esos subtítulos automáticos no son tan perfectos como los que pueda crear una persona manualmente, pero sí suficientes para que un usuario con discapacidad pueda entender el vídeo.
En la misma dirección encontramos una novedad muy útil, de cara a la accesibilidad de los webinars: la posibilidad de añadir subtítulos generados automáticamente en las videoconferencias de Zoom. Se configura a través de extensiones, la más popular Web Captioner. En este enlace encontraréis un breve tutorial para su instalación.
De cara a las personas con visión limitada es importante prestar atención al formato del texto, para que sea lo más legible posible. Eso incluye, por ejemplo, cuidar la elección de color de la fuente, para que haya contraste suficiente con el de fondo. Si tienes dudas, puedes verificar el contraste del texto de tu web con este medidor online gratuito.
Conviene también cuidar el tipo de letra, eligiendo una fuente lo más convencional y limpia posible. Con la familia Sans serif es difícil equivocarse, incluye Helvética, Arial, Calibri y Verdana. No olvides, además, establecer un tamaño de letra suficiente, de al menos 14 píxeles, y evitar los párrafos muy anchos, como máximo de 80 caracteres de texto por línea.