Pfizer trabaja incansablemente para investigar, desarrollar y poner a disposición de la sociedad vacunas que puedan proteger de las enfermedades a los recién nacidos, a través de la inmunización materna. Aprovechamos nuestros años de experiencia científica en el descubrimiento y desarrollo de vacunas para tratar de desarrollar nuevas vacunas que puedan tener el potencial de estimular la inmunidad materna: la capacidad natural de las mujeres embarazadas para brindar protección a sus bebés en crecimiento a través de la transferencia de anticuerpos en el útero.
Pfizer está a la vanguardia en este campo, enfocado en el desarrollo de vacunas maternas contra enfermedades que representan una amenaza significativa para los recién nacidos al poco de nacer, con el objetivo de ayudar a que millones de bebés en todo el mundo tengan más posibilidades de sobrevivir a enfermedades infecciosas potencialmente devastadoras y disfrutar, así, de una vida saludable.
Los recién nacidos y los bebés pequeños a menudo no pueden generar las defensas inmunitarias adecuadas contra las infecciones, y la inmunización directa generalmente no es una opción, porque los recién nacidos tienen sistemas inmunológicos inmaduros y en desarrollo.1 En consecuencia, aunque el sistema inmunológico de un bebé puede combatir la mayoría de las infecciones, algunas pueden ser fatales.1
Para compensar el sistema inmunológico aún en desarrollo de los recién nacidos, la naturaleza ideó un mecanismo de defensa temporal para ayudar a los bebés a combatir las infecciones. A partir del segundo trimestre y alcanzando su punto máximo durante el tercer trimestre del embarazo, los anticuerpos pasan de la madre al bebé en crecimiento a través de la placenta. Estos anticuerpos maternos son más altos en el bebé en el momento del nacimiento y luego disminuyen gradualmente durante los siguientes 6 a 12 meses, a medida que madura el sistema inmunológico del bebé.2 Además, después del nacimiento, los anticuerpos también pueden transmitirse de madre a hijo a través de la lactancia materna.2 Los anticuerpos maternos pueden ayudar a los bebés a combatir las infecciones durante su momento más vulnerable de la vida.2
Sin embargo, para brindar protección, es necesario transmitir suficientes anticuerpos al bebé. Esto significa que cuanto más altos son los niveles de anticuerpos en la madre, es más probable que los anticuerpos de la madre se transfieran al bebé en desarrollo y puedan ayudar a proteger al recién nacido. Las mujeres embarazadas pueden tener altos niveles de anticuerpos después de haber estado expuesta a agentes infecciosos o haber sufrido una enfermedad, o vacunándose. La vacunación materna puede ayudar a garantizar que las mujeres embarazadas tengan suficientes anticuerpos disponibles para transferirlos a sus bebés con la esperanza de disminuir el riesgo de enfermedad y muerte del recién nacido.2
La seguridad de las vacunas durante el embarazo está bien documentada y respaldada por múltiples ensayos clínicos aleatorizados y estudios observacionales que han demostrado la seguridad del uso de vacunas como la dTpa (Tétanos, Difteria, tos ferina) o la gripe, durante el embarazo.3
Actualmente, desde el Comité Asesor Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda la vacunación durante el embarazo frente a la gripe, así como las vacunas con toxoide tetánico (como la antitetánica o la dTpa).3
La OMS también ha evaluado datos sobre la seguridad de la inmunización de mujeres embarazadas para varias vacunas inactivadas y vivas atenuadas.3
En los EE. UU., Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomiendan que las mujeres embarazadas, en su tercer trimestre, reciban la vacuna dTpa para proteger a sus bebés de la tos ferina (pertusis) y el tétanos.4,5 Ambas organizaciones también aconsejan que las mujeres embarazadas se vacunen contra la gripe para protegerse a sí mismas y a sus bebés de las complicaciones relacionadas con la gripe.4,5
En España, el Ministerio de Sanidad recomienda la vacunación de las mujeres embarazadas frente a la gripe, el tétanos, la difteria y la tosferina.6
Para reducir la carga mundial de morbilidad entre los recién nacidos, la OMS, la FDA y otras agencias reguladoras, junto con la Fundación Bill y Melinda Gates, han reconocido la importancia de desarrollar vacunas específicas para mujeres embarazadas.
El desarrollo y la introducción exitosos de nuevas vacunas maternas en los próximos años tiene el potencial de producir un impacto significativo y positivo en la salud mundial y de proporcionar herramientas adicionales para lograr el importante objetivo de reducir la tasa mundial de morbilidad y mortalidad infantil.