El dato habla por sí solo: el 67% del tráfico web en España es desde el móvil, y subiendo. En otras palabras, el ordenador ha sido definitivamente desplazado como dispositivo digital de referencia. ¿Y esto en qué afecta a mi asociación de pacientes?, os preguntaréis. Pues en que, si estáis barajando abrir una web o remodelar la que ya tenéis porque se ha quedado vieja, debéis exigir que el diseño no solo sea bonito sino que sea responsive. Eso significa que una web tenga tres diseños diferentes, adaptados a las dimensiones de la pantalla del dispositivo desde el que se accede (pc, móvil o tablet). Por ejemplo, como la pantalla del teléfono móvil es pequeña y estrecha, las noticias se apilan en vertical, sin las columnas en paralelo tradicionales de las webs para ordenador.
Si durante mucho tiempo ese diseño responsive fue un extra, el guiño visual de webs con mucho tráfico de gente joven, hoy se ha convertido en un imprescindible para webs de cualquier índole. Y como imprescindible, recomendamos tener unas mínimas nociones de diseño móvil, como las que os traemos a continuación.
Todo tiene que ser grande, las letras para leerse en la pequeña pantalla del móvil sin necesidad de ampliarla y los botones para poderse pulsar con precisión con la yema de los dedos. Los botones, por cierto, mejor como iconos que como texto y colocados en el margen inferior o en el derecho, que están más cerca del pulgar, el dedo de navegación de la mayoría de usuarios, los diestros.