Dr. Evelio J. Perea Pérez.
Catedrático de la Universidad de Sevilla.
Ex Presidente de la International Society for Sexually Transmitted Diseases
Cuando se viaja y se mantienen relaciones deben tomarse precauciones para evitar las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS): gonococia, vaginosis, sífilis, VIH, herpes hepatitis o papiloma, entre otras. La mayoría de las ETS presentan unos síntomas poco característicos y en las mujeres suelen manifestarse como vaginosis, vaginitis o cervicitis, por lo que se recomienda acudir al médico en caso de un posible contagio. El Dr. Evelio J. Perea responde a todas las preguntas que cualquier viajero necesita saber para prevenir las ETS.
¿Qué son las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)?
Son infecciones que se transmiten principalmente por la actividad sexual y están causadas por 25 microorganismos diferentes. Son de fácil transmisión y, aunque clínicamente no son muy visibles, pueden tener consecuencias graves y complicaciones que afectan no sólo a la capacidad reproductiva -especialmente de la mujer produciendo esterilidad, abortos e infecciones neonatales-, sino también cánceres y riesgo de contraer y transmitir el VIH.
Dentro de las ETS distinguimos, por un lado. las causadas por bacterias, como gonococia, sífilis, chlamydia y vaginosis, que se pueden curar fácilmente con el tratamiento antibiótico adecuado. Y por otro las producidas por virus, como VIH, herpes, papiloma virus y las hepatitis A, B y C. Existen tratamientos paliativos para algunas de ellas pero la mayoría producen infecciones de por vida. Actualmente son las más importantes y frecuentes.
Las manifestaciones clínicas de estas infecciones son poco demostrativas y se manifiestan como uretritis en el varón, vaginosis o vaginitis que se expresan con exudado vaginal y picor o dolor en la mujer, úlceras genitales dolorosas y múltiples en el herpes genital o indolora y única en casos de sífilis y, finalmente, verrugas genitales producidas por papilomavirus.
¿El turismo representa un riesgo específico para las ETS?
Efectivamente, algunos viajes se asocian a la posibilidad de tener relaciones sexuales (es el caso de algunos destinos en el Caribe y el Sudeste Asiático) y porque los viajes ofrecen a veces oportunidades de nuevas relaciones personales fuera del entorno habitual en uno más relajado y festivo.
El riesgo específico de adquirir una ETS viene determinado por el número de parejas sexuales y el tipo de éstas. Si los contactos se establecen con compañeros de viaje de un país desarrollado, el riesgo suele ser pequeño. Si las relaciones se establecen con personas del destino turístico de un país subdesarrollado el riesgo suele ser mucho mayor, porque las ETS en países subdesarrollados son muy frecuentes.
Actualmente en Europa se han puesto de moda dos tipos de viajes colectivos: el de hombres y mujeres a destinos turísticos con la finalidad implícita de establecer relaciones sexuales y el de las despedidas de soltero o soltera.
¿Qué se puede transmitir?
Las ETS no tienen una distribución uniforme, cada destino turístico y cada país suele tener una prevalencia diferente. Mientras en Europa algunas ETS están erradicadas -como la gonococia y la sífilis- otras -como la chlamydia- prevalecen, aunque con una distribución irregular, siendo frecuentes en las personas escandinavas mientras que en España son muy raras.
Las hepatitis víricas, especialmente las hepatitis B y C, se transmiten frecuentemente por vía sexual, ya que su transmisión por vía parenteral está muy controlada. Estas infecciones suelen darse en el Sudeste Asiático, Caribe y América del Sur. Igualmente la hepatitis A que se transmite por vía fecal-oral es frecuente en estos países y puede transmitirse por contactos sexuales orales y anales.
¿Es posible reconocer que nuestras parejas tienen una ETS?
La mayoría de las ETS producen unas manifestaciones clínicas poco llamativas y características. En la mujer se resumen en la existencia de un exudado vaginal y ligeras molestias como picor, escozor o dolorimiento. Estos síntomas se traducen en una vaginosis, vaginitis o cervicitis. Otras ETS, como la sífilis, producen simplemente una pequeña úlcera indolora.
Además de un 30% a un 70% de estas infecciones son asintomáticas, lo que explica su frecuencia, ya que los pacientes no son conscientes de su infección. Incluso la gonococia, que siempre se ha considerado que produce infecciones supuradas como es la uretritis masculina, no produce sintomatología en una alta proporción de casos.
Finalmente las ETS víricas como el VIH, el papilomavirus y las hepatitis son infecciones asintomáticas.
¿Qué podemos hacer para prevenir las Enfermedades de Transmisión Sexual?
Dado que sólo existen vacunas para prevenir únicamente algunas ETS producidas por virus, hepatitis A y B y papilomavirus, además de la correcta vacunación frente a estas infecciones, sólo tenemos las medidas de prevención.
Por principio, todo contacto sexual ocasional representa un cierto riesgo de adquirir alguna ETS. También es cierto que un contacto sexual con una persona infectada no representa un riesgo del 100% de adquirir esa infección. La eficiencia de transmisión de las ETS depende de las vías de contacto, estadio de la infección, número de veces que se realiza el contacto sexual, etc.
En resumen, el uso correcto del preservativo es eficaz en la prevención de la transmisión de gonococia, sífilis e infecciones por chlamydia y VIH. Lo es menos en la transmisión de herpes genital, pues su eliminación se puede producir fuera del área genital.
¿Son útiles los espermicidas o los lubricantes en la prevención de las ETS?
Estos métodos pueden ser útiles en la prevención del embarazo pero NO en la prevención de las ETS. De todos los espermicidas conocidos ninguno evita la adquisición de las ETS y es más, el monoxinol-9, que es el más popular no sólo no evita sino que puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH.
Respecto a los lubricantes utilizados para facilitar la penetración sólo son aconsejables los que tienen una base acuosa (K-Y jelly o glicerina) que pueden utilizarse con condones de látex. Los lubricantes con base derivada del petróleo o del aceite -vaselina, aceite mineral y aceites para masaje- pueden debilitar los condones de látex.
¿Qué medidas preventivas podemos adoptar, en resumen, para prevenir las ETS en relación con los viajes?
- Educación para conocer y evitar estas infecciones.
- Vacunación ante las ETS que se pueden prevenir: hepatitis A y B, papilomavirus y, en un futuro, frente al virus herpes.
- Reducir el número de parejas sexuales y no mantener contactos ocasionales.
- Uso correcto del preservativo en todo tipo de relaciones sexuales, no sólo genitales.
- Revisiones periódicas mediante serología para conocer nuestra posible infección por: sífilis, VIH y hepatitis B y C.
Información adicional en inglés y español
Para más información consúltese la web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.