Ningún medicamento es inocuo si se abusa de él. El peligro depende de la dosis, el organismo del paciente y la interacción con otros medicamentos.
También es oportuno indicar que los pacientes de riesgos son los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y todos aquellos pacientes que realicen tareas con maquinaria peligrosa y que estén bajo determinados tratamientos.
Existe un servicio de toxicología que atiende por teléfono las 24 horas del día durante todo el año en el teléfono 9156220420, con dos líneas simultáneas.
Todos los prospectos de todos los medicamentos ofrecen este número, además de poder encontrarse en otros productos que pueden afectar al organismo, como son los productos de limpieza, de mantenimiento, etc… También puede encontrarlo en la prensa junto al resto de teléfonos de emergencias.
Este servicio no sólo atiende consultas toxicológicas de pacientes particulares, sino también de centros sanitarios, y para ellos se ha habilitado otra línea directa y de emergencia. Protección Civil tiene también una línea de comunicación en caso de accidentes químicos.
El servicio de toxicología tiene una base de datos rigurosamente actualizada a diario con cerca de 43.000 fichas de substancias tóxicas y urgente tratamiento contra ellas. Su importancia es tal que asesora y colabora normalmente con el Ministerio de Sanidad y Consumo, además de publicar literatura sobre toxicología y manuales de tratamientos para hospitales y centros de salud.
Es indispensable identificar el medicamento para que este servicio consulte en su base de datos un método eficaz que sirva como primer auxilio.
Lo más habitual es provocar el vómito al afectado y hacerle beber abundante líquido. Con el líquido se ayuda a que los riñones y el hígado eliminen ese medicamento. En el caso de los ancianos, el desgaste de estos órganos provoca que esta medida sea menos efectiva.
Si es necesario también habrá que reanimar al afectado mediante respiración artificial y masaje cardiaco.
Todo medicamento tiene un nivel de actuación beneficiosa y otro nivel de efectos secundarios no beneficioso y dañino para el organismo. Cuanto menor sea la diferencia entre estos dos niveles, más cuidado hay que tener con el fármaco.
Alergias
Algunos medicamentos provocan reacciones adversas en el paciente. Una alergia es una reacción del sistema inmunológico del organismo que actúa contra un componente que está causándole algún mal.
Existen diferentes tipos de alergia, clasificadas según el tipo de sintomatología que provocan:
- La anafilaxia se produce cuando se libera en exceso una substancia llamada histamina, causada por una presencia abundante en el organismo del paciente de un anticuerpo llamado IgE. Puede producir casos de gravedad.
- El sarpullido se produce días después de empezar a tomar el medicamento. Sale a causa de unas células determinadas en la piel que resultan afectadas por algún componente del fármaco. No suele llegar a ser grave, pero a veces es necesario un tratamiento con esteroides.
Los medicamentos que con más frecuencia producen alergia son la penicilina, ciertos antibióticos, los anticonvulsivos y los antiarrítmicos. La posibilidad de que causen estos indeseados efectos secundarios aumenta si la dosis se administra por inyección.
En las reacciones alérgicas, siempre hay que tener en cuenta si algún familiar lo es, y a qué substancias, ya que es una tendencia genética hereditaria bastante frecuente.