Entrevistamos a Fátima Castaño, psicóloga de la salud especializada en pacientes, que nos explica cómo les afecta a nivel emocional la crisis del coronavirus COVID-19.
¿Cómo están llevado la pandemia las personas con una enfermedad crónica a nivel emocional?
El ambiente social está impregnado de mucha incertidumbre y preocupación, alentado por las noticias que vamos recibiendo. La gente, además, tiene miedo ante la posibilidad, no solo del contagio, sino también de las consecuencias sociales y económicas para las familias. Y los pacientes crónicos lo viven de la misma manera, solo que a ellos se les añade el hecho de formar parte de un grupo de riesgo, por lo que tienen una mayor percepción de vulnerabilidad ante el virus y un punto añadido de ansiedad.
Recomiendo que se establezcan rutinas que permitan una actividad diurna y favorezcan el estado de ánimo y el descanso
Además, viven esta situación con un mayor aislamiento si cabe. Esa vulnerabilidad les hace estar un poco más temerosos y ser más precavidos en sus relaciones familiares.
Por otro lado, los pacientes crónicos parten con una pequeña ventaja, pues conforman un grupo en general muy cumplidor: están acostumbrados a cuidarse, porque esa percepción de vulnerabilidad la tienen desde antes y tienen interiorizadas ciertas normas de automanejo de la enfermedad y prevención de las infecciones.
Recomiendo que se establezcan rutinas, con horarios más o menos saludables, que permitan tener una actividad diurna, que favorezca el estado de ánimo y el descanso. También aconsejo que se programen tareas a lo largo del día, que se mantenga una alimentación lo más equilibrada posible, actividades de ocio, tiempo familiar y favorecer la soledad positiva.
A disfrutar de los momentos en que nos quedamos solos, de tranquilidad e intimidad, leyendo o lo que sea. Solemos entender al paciente como una persona frágil y que necesita estar acompañada en todo momento, pero todos disfrutamos de ciertos momentos de soledad y ellos no son diferentes.
La información es positiva, siempre y cuando sea dosificada, adaptada a las necesidades y te ayude a tomar las precauciones precisas
Hay que tener cuidado con la información estos días en que el coronavirus está a todas horas y en todas partes. Debemos evitar la sobreinformación. En general la información es positiva, siempre y cuando sea dosificada, adaptada a las necesidades y te ayude a tomar las precauciones precisas según tu situación. Todo lo que exceda eso, sobra, no es útil, porque no es operativo y entramos en el terreno del morbo y la dramatización.
El tráfico en las redes sociales ha aumentado estos días y hay muchas organizaciones que se están esforzando por publicar información actualizada, científica y adaptada a las necesidades de cada paciente. Mi consejo para un paciente crónico es que consulte lo primero las sociedades científicas, son muchas las que están emitiendo comunicados con recomendaciones específicas para pacientes por patologías.
Después, recomendaría que acudan a las asociaciones de pacientes, que también están publicando información de primera mano y conocen cómo se están gestionando aspectos que les afectan directamente, como los tratamientos o el funcionamiento de las unidades hospitalarias. Además, muchas están publicando infografías con recomendaciones y consejos, que suelen estar avaladas por profesionales o sociedades.
El Colegio Oficial de Psicólogos ha puesto en marcha un servicio de atención psicológica gratuita para todos los afectados por el virus. Y para contrastar información, como todos esos mensajes por Whatsapp que recibimos estos días, recomiendo la plataforma ‘Salud sin Bulos’.