1 de cada 10 españoles mayores de 18 años desarrollará depresión mayor a lo largo de su vida. Además, es una afección médica común que afecta a más de 300 millones de personas alrededor del mundo. La depresión se puede iniciar a cualquier edad, aunque su mayor prevalencia se produce entre los 15 y 45 años. La depresión se diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres. La depresión puede ser duradera y recurrente, y tiene un gran impacto en el trabajo, y en la vida social y familiar de los que la sufre en todo el mundo. 3 de cada 4 individuos que sufren depresión no recibirán el tratamiento que necesitan.
Un profesional de la salud pregunta al paciente sobre sus sentimientos, intereses, actividades y síntomas, sobre su situación familiar, laboral y social, así como sobre su historia psiquiátrica y médica personal y familiar. También es necesario realizar un exhaustivo examen físico y mental para confirmar el diagnóstico de depresión y descartar que los síntomas no estén relacionados con otra patología médica, trastorno mental, consumo de drogas o alguna medicación prescrita.
Los pacientes con depresión mayor suelen experimentar al menos 5 de estos síntomas durante un mínimo de 2 semanas:
*Se requiere al menos uno de estos síntomas.
Hay muchos tratamientos aprobados para la depresión. Es importante encontrar el que mejor funcione para cada caso.
La terapia cognitivo-conductual sirve para ayudar a resolver problemas y modificar pensamientos negativos.
Los principales fármacos utilizados en el tratamiento de la depresión se llaman antidepresivos. Estos medicamentos funcionan aumentando los niveles en el cerebro de algunas sustancias químicas denominadas neurotransmisores que ayudan a mejorar tu estado de ánimo.
Las personas con 3 o más episodios de depresión, o aquellos pacientes cuyo primer episodio se produce después de los 50 años, pueden tener mejores resultados a partir de un tratamiento continuado de por vida.
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