Probablemente sabes que el ejercicio es algo bueno. Puede ayudarnos a perder peso y reducir la presión arterial.
Los estudios han demostrado que el ejercicio habitual también puede ayudar a aliviar la tensión y el estrés y fomentar la sensación de calma y bienestar. Algunos estudios muestran incluso que el ejercicio físico puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de las personas con depresión. Se ha demostrado que puede ser tan eficaz como la medicación antidepresiva y la psicoterapia1 y en los pacientes con depresión sirve para reducir tanto los síntomas físicos como psicológicos2.
Puede que te cueste encontrar la motivación para hacer ejercicio. Aquí te damos algunos consejos que te pueden ayudar:
Considera la posibilidad de hacer un seguimiento de tu estado de ánimo antes y después de tus entrenamientos para mantener la motivación.
Más recientemente, se ha demostrado que el ejercicio físico mejora la calidad de la higiene del sueño.3
Entre los pacientes con depresión, hay una elevada tasa de otros problemas de salud, como obesidad, enfermedades cardiovasculares o DM, lo que reduce su calidad de vida aún más. Además, entre los pacientes con depresión, los niveles de actividad física son más bajos que entre el resto de la población, sin que las diferencias de IMC, edad o sexo lo justifiquen. Además, ya no hay duda de que el ejercicio físico actúa sobre parámetros fisiológicos, biológicos y psicológicos mensurables de pacientes con alteraciones de estado de ánimo:
PP-PRQ-ESP-0314 JUL/21
Referencias