Aproximadamente el 20-25% de la población infantil sufre algún tipo de trastorno del sueño y entre un 20 y 48% de la población adulta sufre, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño. Además, al menos un 10% de la población sufre algún trastorno de sueño crónico y grave, lo que supondría más de 4 millones de personas en España.1
El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por la incapacidad de conciliar o mantener el sueño, así como por tener un sueño de mala calidad; afecta más a las mujeres que a los hombres, a los adultos mayores y a las personas con enfermedades médicas crónicas.
No dormir lo suficiente puede afectar al estado de ánimo, provocando irritabilidad, impaciencia y ansiedad. Puede causar somnolencia diurna, baja concentración y deterioro de la memoria. Se reduce la productividad. El insomnio puede tener muchas causas, desde el estrés, la ansiedad, la depresión o los problemas de tiroides hasta el uso excesivo de estimulantes como la nicotina y las bebidas con cafeína (café, refrescos), entre otras muchas razones.
Si crees que tienes un trastorno del sueño, primero pregúntate: ¿Cómo de saludables son tus hábitos de sueño? ¿Duermes con la televisión encendida? ¿Comes justo antes de acostarte? Si te despiertas cansado y aturdido porque tus hábitos te impiden descansar, es posible que necesites mejorar tu «higiene» del sueño, un término que describe los hábitos de sueño.
A continuación te ofrecemos unos sencillos consejos para descansar mejor.
Recuerda que la cantidad de sueño que necesita cada persona varía. Hay personas que necesitan 8 horas, mientras que otras pueden funcionar sin problemas con 6 horas. La clave es que encuentres la cantidad adecuada para ti. Si te despiertas descansado habiendo dormido 6 horas, eso es lo que tu cuerpo necesita cada noche. Llevar un diario del sueño puede ayudarte a identificar lo que está afectando a tu descanso.
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