Al ser una de las dimensiones clave del bienestar, la práctica de la atención plena en la vida cotidiana puede aportar muchos beneficios para la salud.
Algunos estudios muestran incluso que la práctica regular de la atención o mindfulness plena puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Una forma estupenda de llegar al núcleo de tu materia gris es practicar una combinación de meditación de atención plena con terapia cognitivo-conductual (TCC), también conocida como terapia cognitiva basada en la atención plena (TCAP).
La TCAP es una forma de ayuda relativamente nueva que combina la filosofía y la práctica oriental (atención plena) con la filosofía y la práctica occidental (terapia cognitivo-conductual). Está diseñada para ayudar a las personas a lidiar con múltiples problemas, como la depresión y la ansiedad, y puede utilizarse para tratar los síntomas y evitar que los problemas vuelvan a aparecer.
Un estudio reciente sobre personas estresadas que practicaron la atención plena durante 8 semanas experimentaron una disminución del tamaño de su amígdala, la parte del cerebro responsable del miedo y de los numerosos cambios que provoca en el organismo. El estrés excesivo puede provocar sentimientos de miedo y preocupación y la amígdala responde excitándose y mostrando hiperactividad. El estudio demostró que la meditación parecía «enfriar» esta importante parte del cerebro.
En general, la meditación y la atención plena te ayudarán a desarrollar y mantener un estado de ánimo más positivo al reducir tu reacción emocional ante los acontecimientos estresantes.
“¡Prueba los siguientes ejercicios de atención plena y empieza a practicar tu «Om»!”
Cómete lentamente una pasa y utiliza todos tus sentidos, uno tras otro, para observar la pasa con gran detalle, desde la forma que notas con la mano hasta cómo estalla su sabor en la boca. Este ejercicio nos recuerda que comer una sola pasa puede ser una experiencia verdaderamente consciente y nos ofrece una visión de la frecuencia con la que vamos atolondrados por la vida. ¿No te gustan las pasas? No te preocupes: puedes probar este ejercicio de alimentación consciente con diferentes alimentos, como un trozo de chocolate o una uva. Una vez que hayas terminado, felicítate por haber completado un ejercicio de atención plena.
A veces los pensamientos automáticos que tenemos son imprecisos y nos causan angustia. Tómate un descanso y lee la descripción que aparece a continuación. Mientras lo haces, imagina que estás en este supuesto.
Mientras hacías este ejercicio, primero: ¿qué pensamientos has tenido?, segundo: ¿qué sentimientos has tenido? y tercero: ¿qué sensaciones corporales has experimentado?
Cuando reflexiones sobre tus respuestas anteriores, si has tenido algún pensamiento, sentimiento o sensación corporal negativa, considera esto: ¿es posible que hayas interpretado mal la situación?
¿Qué pasaría si la persona no te hubiera visto saludarle o no te hubiera reconocido? ¿Y si estaba preocupado y no era consciente de su entorno? ¿Ves ahora cómo los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales automáticos pueden no ser «precisos»? Al usar nuestros pensamientos cognitivos, podemos desafiar estas percepciones negativas.
Al entender cómo reaccionas e interpretas este supuesto, habrás experimentado un ejercicio cognitivo. ¡Felicidades!
Si quieres profundizar en la TCC pero necesitas ayuda, pídele más información a tu profesional sanitario.
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